Como parte del compromiso de la Comuna, se llevó a cabo una jornada de reflexión sobre el “trabajo infantil”.
El chico, de unos diez años, no levanta-ba la vista y se concentraba solamente en romper los terrones de tierra con la azada, del colegio ni hablar, no hay tiempo.
Una situación que se repite en el país. Una imagen que formó parte de videos testimoniales que se proyectaron en la jornada que se realizó el miércoles en Capilla del Señor y que invitó a reflexionar sobre el trabajo infantil, experiencia que en el distrito se vivió muy de cerca semanas atrás en las mediáticas inspecciones a las granjas de Luaces. Y que -se podría suponer- no es un caso aislado en el ámbito rural.
Ese precisamente fue el disparador, por lo que el intendente Errazu acordó con funcionarios del COPRETI (Comisión Provincial para la Prevención y Erradi-cación del Trabajo Infantil) concientizar en el distrito sobre la problemática.
En la provincia de Buenos Aires trabajan más de 400 mil chicos y casi el 45 por ciento tiene entre 5 y 13 años. Así lo puntualizaron funcionarios del gobierno de Daniel Scioli, en abril, cuando se firmó un convenio que apunta a la erradicación del trabajo infantil y esclavo en el territorio provincial.
El convenio tiene como principal finalidad articular esfuerzos entre los ministerios para intercambiar información y material de difusión y para realizar estudios vinculados con los derechos humanos, para garantizar a los niños de la Provincia una vida plena, en educación y diversión.
En ese marco se realizó la jornada-taller (duró casi todo el día) en la que participaron funcionarios de los Ministerios de Trabajo, Desarrollo Social, Salud y Justicia provincial, de la Comisión, de la Dirección de Cultura y Educación, diri-gentes sindicales de UATRE y empleadores nucleados en el RENATRE.
El salón del primer piso del Municipio (donde funciona el HCD) estuvo repleto y se notó una fuerte presencia docente y del resto de la comunidad educativa. No fue casualidad, es en la escuela uno de los lugares donde se puede manifestar casos de explotación infantil, y al menos desde allí concientizar para que ello no ocurra. A través de esta también se pueden establecer redes de apoyo coordinadas con el Municipio y los diferentes organismos del Estado provincial que abordan los casos.
Nelly Mendoza, coordinadora del COPRETI le dijo a este medio al ser consultada que “el trabajo infantil no nos incluye en un mundo mejor sino en el circulo vicioso de la pobreza. En la Provincia de Buenos Aires, las causas de la problemática se ubican en factores económicos -evaluó- que llevan a las familias a incorporar el mayor número de personas a actividades remuneradas, aspectos socioculturales que legitiman la presencia del trabajo infantil, la escasa conciencia de sectores de la población sobre las consecuencias del trabajo infantil en los niños y respecto de toda la sociedad al reproducirse el ciclo de la pobreza. Los niños y niñas en situación de trabajo infantil ven limitada su posibilidad de asistir con éxito a la escuela, a la vez que eso determina trayectorias de vida determinadas por esta realidad”.
Para Carolina Llanos -una de las disertantes-, al frente de una Comisión que investiga el trabajo infantil y que depende de UATRE, la explotación de chicos no solo ocurre en el interior profundo, sino también en el conurbano y en nuestra zona. Con una de las cuestiones que tienen que lidiar es con la visión generalizada del problema: “el trabajo infantil en algunos ámbitos está naturalizado, se ve como algo normal”, expresó.
Los videos testimoniales daban cuenta de eso, pero en este caso lo justificaban los propios damnificados: “el trabajo infantil siempre existió, nuestros padres crecieron así y no tienen la culpa, está inserto en la cultura”, decía uno de ellos.
“¿Dónde quedó aquello que los únicos privilegiados son los niños?”, preguntó Llanos. “No podemos hablar de futuro si los niños del presente están frustrados, un niño sin estudio no es nada”, sentenció.
Precisamente una de las consecuencias de la explotación infantil es la deserción escolar o directamente la no escolarización. Por eso desde el sindicato que agrupa a los trabajadores rurales tienen planes de alfabetización para que aquellos que perdieron la oportunidad de estudiar sepan, al menos, leer y escribir.
Por su parte el COPRETI hace su trabajo a través de los municipios y coordina con el Servicio Social local para concientizar y aplicar políticas que controlen y terminen con el trabajo infantil en el distrito.
“Trabajo Infantil”
La COPRETI denomina trabajo infantil a «las estrategias de supervivencia o actividades produc-tivas de comercialización o pres-tación de servicios, remuneradas o no, realizadas por niñas y/o niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo establecida en nuestro país (por debajo de los 14 años, aunque hay excepciones -trabajo del niño o niña con su familia-), que atenten contra su integridad física, mental, espiritual, moral o social y que inte-rrumpan o disminuyan sus posibi-lidades de desarrollo y ejercicio integral de sus derechos».
Causas del Trabajo Infantil
- Pobreza
- Falta de oportunidades
- Violencia intrafamiliar
- Patrones culturales y permisividad social: indiferencia, naturalización, tolerancia como el «menor de los problemas», creencia en el aprendizaje de un oficio como justificación de relaciones laborales o de explotación.