Padres y docentes marcharon el miércoles en su apoyo
Una decena de autos y camionetas con sus plazas llenas se concentraron primero en el Jardín, en Lemee, para luego partir con sus carteles en caravana por la Ruta 6 hacia Los Cardales. En esta localidad entraron por la rotonda, allí los esperaba la policía para escoltarlos, y sobre la calle Belgrano se le fueron sumando más autos para completar una caravana que no pasó desapercibida.
El destino era la plaza -allí otro nutrido grupo los esperaban también con carteles- y el objetivo demostrar públicamente el apoyo a la preceptora que fue acusada de abuso deshonesto por la mamá de la nena de cuatro años del Jardín 906 de Carlos Lemee hace más de un mes.
Como publicó este medio, el hecho ocurrió a fines de abril momento en que la menor dejó de ir al Jardín. El 5 de mayo la mamá se presentó ante la directora diciendo que su niña no iba a concurrir más porque manifestaba una situación de supuesto abuso, primero de una compañera, después habló de “la seño” y cuando habló de “la seño” hizo mención a la preceptora. La directora le preguntó a la madre si había hecho la denuncia correspondiente y si había llevado a la nena al médico porque ya habían pasado varios días. La madre contesta que no “porque habían hablado con el marido que no era necesario hacerla pero que a la nena no la iba a mandar más al jardín”, según contó de la directora.
A partir de allí los directivos escolares radican la denuncia y comienzan las pericias psicológicas de la pequeña. En tanto, la familia de la nena contrata al abogado Ramiro Rua (famoso por el caso de Rosana en donde defiende al acusado y ex marido de la víctima Arce) y este pide la indagatoria de la docente que, al cierre, aún no había sido llamada a declarar. Para el abogado está acreditado el abuso y las circunstancias del mismo.
Los padres están seguros de otra cosa: “la preceptora no tiene nada que ver, se la ensucia y acusa injustamente”. La Semana habló con padres de otros chicos en Lemme y argumentaron que “conociendo a la familia (de la pequeña) no hace falta tener referencias de la preceptora para saber si tuvo algo que ver, hay que tomar el caso como de quien viene”.
Los padres sospechan que si se comprueba el abuso al responsable habría que buscarlo en el seno familiar y no en el Jardín. Por eso pidieron que se investigue y así limpiar (la imagen) de la docente y el Jardín por el cual “luchamos mucho para tenerlo y no lo queremos perder ni que lo manchen”, manifestaron.
El caso inquietó a la comunidad educativa y buena parte de ella estuvo en la demostración de apoyo (superó el centenar de personas) a Natasha -la preceptora- en la Plaza Mitre de Los Cardales. Hubo adhesiones de otros jardines y escuelas y en especial las docentes del Jardín 902 de Cardales, lugar donde Natasha trabajó un año antes de ir a Lemee. También estaban los padres de la joven docente que viajaron desde Capital y -conociendo a su hija- no podían entender tal acusación.
Nadie la podía entender, “estamos todos muy sensibles, él -dijo Claudia, una mamá por su hijo- sigue yendo al mismo jardín y no lo voy a sacar”. “Queremos saber qué está pasando con esas criaturas (la víctima y sus hermanos), se está ensuciando a todo el jardín y a los docentes”, se lamentó.
Otra mamá pidió que la justicia no sea lenta y lo resuelva rápido para que no quede en el olvido, “es una injusticia tan grande que tiene que llegar a la luz rápido”.
Para lo padres de la docente acusada, para los medios es noticia lo escandaloso (y por eso) quedó manchado el nombre de una persona, “es injusto para ella y toda la comunidad”.
Una y otra vez los manifestantes afirmaban la honradez de Natasha, que hay poca gente como ella, lo injusto por lo que está pasando; y en contrapartida pedían que se investigue a la familia de la nena supuestamente abusada.
Exclamando por “Natasha” y “Justicia” recorrieron -ya de noche- con aplausos la plaza para que quede bien en claro que Natasha no está sola.
Carteles
Fueron muchos los carteles impro-visados de cartulina que alzaban padres y
docentes. “Apoyamos al Jardín”, “Todos con Natacha”, “Verdad y Justicia por los
niños y docentes”, “Unidos por la verdad”… pero hubo uno que sintetizó el ánimo
y pensamiento de los que se manifestaron: “Una mala intención no puede destruir
el trabajo de una comunidad educativa”.