[EL AYER CAPILLENSE]
Por Adalberto C. Aner
Al paso por las aulas secundarias y por la universidad, el hombre es guiado por un ideal.-
Después, la vida se encarga de enfrentarlo con sus duros problemas y lo llama la realidad, que no siempre concuerda con aquel.-
Los tropiezos se intensifican cualitativa y cuantitativamente.-
No es una aureola de bienestar y placidez precisamente que lo rodea.-
Pero en este caso, el ideal fue firme, fuerte, seguro.-
Fue un ideal más que humano, humanizante.-
No lo forjaba el futuro médico, lo concebía el patriarca.-
No lo formaba el hombre: lo entreveía el Monje.-
Pero no sólo es hombre, no sólo es humano; no sólo es médico y es monje; no sólo patriarca.-
Es un sólido conjunto de todo eso.-
Pero hay más: de vivir la vida; de pulsarla; de mucho ver y de mucho oír, se hizo Predicador.-
Leyó a Homero y lee a Estrada.-
Conoce los estilos de Sarmiento y de Mitre y, oportuno, recuerda el estiletazo del maestro a la madurez convincente del General.- Sabe de los clásicos de la literatura hispana y alterna la lectura con su otra inquietud; el Saber, y se hace especialista.-
Ya ha vencido el Océano de la sapienza del médico de campaña, que hace medicina total siendo su consultorio externo de gran ciudad, incluída la medicina de urgencia.-
Tiene un fondo: es un lírico en sus manifestaciones espirituales y en la práctica es un hombre de principios.-
No sale de su derrotero.-
Es su personalidad.-
Es un hombre de paz, por lo que es valiente y porque es valiente, nadie le teme, pues no teme a nadie.-
Grande Filosofía de la vida y quien la ganó para sentirla primero y practicarla después, ganó el mundo, es decir, el derecho de lucir la sonrisa cristiana.-
Ahí está: sabe que la obra se construye por la base.- Siguen uno a los ladrillos, él, es la plomada…
Si la precisión es la virtud de los funcionarios, Roberto Bermúdez, es un funcionario virtuoso.-
Y ahora, los 22 kilates.-
Para Heráclito, el determinante es la razón inmanente de la vida universal.-
Para Roberto Bermúdez el determinismo es la razón del individuo.-
Como aquel se integra por lo evidente, lo concreto, lo actual: aquí, esto, ahora, dentro de las variedades de la experiencia que vive.-
A la par de la profundidad de sus pensamientos, se forjó un estilo especial para expresarlo, y como Heráclito, usa el estilo elíptico y lapidario, el estilo antitético y tenso, rítmico y nervioso; subjetivo y objetivo; ya grave o solemne que da a sus ideas un relieve sorprendente y refleja en ellos el sentimiento de su alma inquieta.-
Acabo de dibujar un hombre, dar color a su figura y descubrir un alma; hombre, figura y alma de Roberto Bermúdez.-
Puedo asegurar que cuando el que esto escribe tenía apenas 21 años, su vida fue salvada milagrosamente por este médico.-
El Dr. Roberto Bermúdez, falleció en 1973 en la provincia de Corrientes y ahora sus restos descansan en la metrópolis local.-
Por Adalberto C. Aner
Al paso por las aulas secundarias y por la universidad, el hombre es guiado por un ideal.-
Después, la vida se encarga de enfrentarlo con sus duros problemas y lo llama la realidad, que no siempre concuerda con aquel.-
Los tropiezos se intensifican cualitativa y cuantitativamente.-
No es una aureola de bienestar y placidez precisamente que lo rodea.-
Pero en este caso, el ideal fue firme, fuerte, seguro.-
Fue un ideal más que humano, humanizante.-
No lo forjaba el futuro médico, lo concebía el patriarca.-
No lo formaba el hombre: lo entreveía el Monje.-
Pero no sólo es hombre, no sólo es humano; no sólo es médico y es monje; no sólo patriarca.-
Es un sólido conjunto de todo eso.-
Pero hay más: de vivir la vida; de pulsarla; de mucho ver y de mucho oír, se hizo Predicador.-
Leyó a Homero y lee a Estrada.-
Conoce los estilos de Sarmiento y de Mitre y, oportuno, recuerda el estiletazo del maestro a la madurez convincente del General.- Sabe de los clásicos de la literatura hispana y alterna la lectura con su otra inquietud; el Saber, y se hace especialista.-
Ya ha vencido el Océano de la sapienza del médico de campaña, que hace medicina total siendo su consultorio externo de gran ciudad, incluída la medicina de urgencia.-
Tiene un fondo: es un lírico en sus manifestaciones espirituales y en la práctica es un hombre de principios.-
No sale de su derrotero.-
Es su personalidad.-
Es un hombre de paz, por lo que es valiente y porque es valiente, nadie le teme, pues no teme a nadie.-
Grande Filosofía de la vida y quien la ganó para sentirla primero y practicarla después, ganó el mundo, es decir, el derecho de lucir la sonrisa cristiana.-
Ahí está: sabe que la obra se construye por la base.- Siguen uno a los ladrillos, él, es la plomada…
Si la precisión es la virtud de los funcionarios, Roberto Bermúdez, es un funcionario virtuoso.-
Y ahora, los 22 kilates.-
Para Heráclito, el determinante es la razón inmanente de la vida universal.-
Para Roberto Bermúdez el determinismo es la razón del individuo.-
Como aquel se integra por lo evidente, lo concreto, lo actual: aquí, esto, ahora, dentro de las variedades de la experiencia que vive.-
A la par de la profundidad de sus pensamientos, se forjó un estilo especial para expresarlo, y como Heráclito, usa el estilo elíptico y lapidario, el estilo antitético y tenso, rítmico y nervioso; subjetivo y objetivo; ya grave o solemne que da a sus ideas un relieve sorprendente y refleja en ellos el sentimiento de su alma inquieta.-
Acabo de dibujar un hombre, dar color a su figura y descubrir un alma; hombre, figura y alma de Roberto Bermúdez.-
Puedo asegurar que cuando el que esto escribe tenía apenas 21 años, su vida fue salvada milagrosamente por este médico.-
El Dr. Roberto Bermúdez, falleció en 1973 en la provincia de Corrientes y ahora sus restos descansan en la metrópolis local.-
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario