[EXCLUSIVO: CAPILLA DEL SEÑOR]
El trato de la encargada mejoró notablemente pero denunciaron otras irregularidades en el Hogar de Ancianos Petronila Molina de Salguero.
Otra supuesta irregularidad le hicieron saber a La Semana, medio que se hizo eco de una denuncia de un familiar sobre el maltrato a los ancianos en el Hogar.
Si bien nuestro primer informe dio como resultado un llamado de atención por parte de la comisión directiva de la Asociación Saint Vicente de Paul, sobre la encargada del establecimiento Silvia Gerber, pudiendo comprobar por intermedio del personal, a quienes man-tenemos anónimos por el temor manifestado de perder la fuente laboral, que a partir de las repercusiones del informe publicado el sábado 6 de setiembre y la advertencia mencionada, el trato mejoró sustancialmente, tanto con los ancianos, como con el propio personal.
Sin embargo otras posibles irregularida-des surgieron, justamente porque el informe de nuestro medio abrió otras conciencias temerosas, quienes ahora, respaldadas ante la opinión pública, manifiestan más claramente, algunas de las incongruencias que se perciben a diario.
Así, pudimos acceder a la dieta que se les suministra a los ancianos, que figura en un cuaderno de anotaciones. Tanto en el desayuno como en la merienda los abuelos reciben mate cocido con leche y pan del día anterior, porque el pan del día se guarda en la heladera por orden de la encargada. El almuerzo varía, pero se basa fundamentalmente en hidratos de carbono en abundancia, como arroz con huevo picado, polenta, sopa de verduras y fideos, zapallito rellenos con carne picada, única proteína proporcionada en la alimentación de los abuelos y gelatina de postre. Vale aclarar que cualquier "lujo" gastronómico como manteca, mermelada, queso untable y galletas de gluten o galletitas de agua, te o café, como así también, pollo o carne deben ser proporcionados por los familiares de los ancianos.
Los informantes no saben entonces qué ocurre con aquellos abuelos que no tienen familiares que les alcancen algo más que lo magro que allí se les da. En el mismo sentido trascendió que el Hogar no cuenta con una nutricionista que determine cuál es la dieta adecuada para aquellos ancianos con patologías, tales como diabetes u otras. Por otra parte, los horarios en que se les proporcionan las comidas son inadecuados. El desayuno se da entre las 9.30 a 10 de la mañana y el almuerzo a las 12, con lo cual el tiempo de ingesta entre uno y otro es muy escaso. Del mismo modo la cena se da entre las siete y las ocho de la tarde noche. Vale decir que entre la cena y el desayuno del día siguiente pasan entre 12 a 14 horas.
A esto, que fuentes consultadas las calificaron de anormalidades, se le suma otra cuya explicación no parece tener otro propósito que exasperar a los familiares de los internos. La comisión directiva resolvió que no pueden entrar menores a visitar a sus abuelos, ni siquiera en compañía de sus padres, sin especificar la edad de los menores. Si se tiene en cuenta que para la legislación argentina se es menor hasta los dieciocho años, un menor de diecisiete no podría ingresar a visitar a su abuelo, abuela u otro familiar cercano. "Se trata de una arbitrariedad sin fundamento razonable, que ni siquiera funciona en los servicios penitenciarios", se quejó un familiar afectado por la medida.
El domingo l4 de setiembre no se le permitió la entrada a dos menores de 9 y 12 años a visitar a su abuela, con sus padres, quienes le solicitaron a la presidenta local de la Asociación Saint Vicente de Paul la resolución del organismo provincial y recibieron como repuesta que se trataba de una resolución de la comisión directiva y que si los niños querían ver a su abuela, ésta debería salir a la calle.
Como parte de la esta nueva crónica, consultamos a familiares de los ancianos y todos nos manifestaron la zozobra emocional que cargan, dejando a sus padres o abuelos, en un Hogar. Que no les resulta fácil digerir estos acontecimientos que la vida impone cuando los seres queridos quedan solos y no pueden ser sostenidos en el ámbito familiar por los motivos más diversos.
En el medio alguien nos dejo esta reflexión:"Nuestros viejos, más allá de cualquier particularidad, han trabajado toda su vida y seguro no imaginaron sus últimos años, tan vulnerables y compartiendo entre extraños las vicisitudes de un destino incierto. No los trajimos aquí, como quien lleva a un depósito un mueble inservible".
Inauguraron el Paseo
El viernes 19 de septiembre se inauguró el paseo «Tomas Salguero», ubicado en el terreno anexo al asilo, en la esquina de las calles Rivadavia y Bolívar. Este proyecto y su posterior concreción surgió de la idea de brindarles a los ancianos que viven en el hogar, un lugar más de esparcimiento, donde puedan realizar caminatas, lecturas a la sombra de los frondosos árboles -que La Sociedad San Vicente de Paul de Capilla del Señor ha conservado- reunirse con sus familiares respirando el aire fresco que caracteriza los lugares verdes de la zona.
La obra fue realizada por el Estudio Thays’s, bajo la dirección del arquitecto paisajista Jorge Bayá Casal.
"Los fondos para la misma fueron ex-traídos de lo obtenido por los arrenda-mientos de los campos donados, por ilustres vecinos", informaron.
Tomás Salguero
Haciendo un poco de historia, recordemos que el señor Tomas, ultimo miembro de una antigua familia de nuestra localidad, ya retirado de su profesión como farmacéutico de la marina de guerra, vivió sus últimos años de vida en soledad, quizás esa soledad lo llevo a pensar en otros que tuvieran ese mismo destino, entonces tomo la determinación de donar todos sus bienes para la construcción de un lugar que aloje y cobije a quienes se hallan desvalidos y solos, sin importar su religión su raza o sus creencias políticas.
Los bienes de este benefactor pasaron a manos de la sociedad San Vicente de Paul, la fecha de la entrega oficial fue el 23 de julio de 1949. Siguiendo sus deseos se le dio el nombre de Petronila Molina de Salguero al hogar levantado en honor a su madre, de quien seguramente heredo ese espíritu de grandeza que hoy hace que este paseo lleve su nombre.
El trato de la encargada mejoró notablemente pero denunciaron otras irregularidades en el Hogar de Ancianos Petronila Molina de Salguero.
Otra supuesta irregularidad le hicieron saber a La Semana, medio que se hizo eco de una denuncia de un familiar sobre el maltrato a los ancianos en el Hogar.
Si bien nuestro primer informe dio como resultado un llamado de atención por parte de la comisión directiva de la Asociación Saint Vicente de Paul, sobre la encargada del establecimiento Silvia Gerber, pudiendo comprobar por intermedio del personal, a quienes man-tenemos anónimos por el temor manifestado de perder la fuente laboral, que a partir de las repercusiones del informe publicado el sábado 6 de setiembre y la advertencia mencionada, el trato mejoró sustancialmente, tanto con los ancianos, como con el propio personal.
Sin embargo otras posibles irregularida-des surgieron, justamente porque el informe de nuestro medio abrió otras conciencias temerosas, quienes ahora, respaldadas ante la opinión pública, manifiestan más claramente, algunas de las incongruencias que se perciben a diario.
Así, pudimos acceder a la dieta que se les suministra a los ancianos, que figura en un cuaderno de anotaciones. Tanto en el desayuno como en la merienda los abuelos reciben mate cocido con leche y pan del día anterior, porque el pan del día se guarda en la heladera por orden de la encargada. El almuerzo varía, pero se basa fundamentalmente en hidratos de carbono en abundancia, como arroz con huevo picado, polenta, sopa de verduras y fideos, zapallito rellenos con carne picada, única proteína proporcionada en la alimentación de los abuelos y gelatina de postre. Vale aclarar que cualquier "lujo" gastronómico como manteca, mermelada, queso untable y galletas de gluten o galletitas de agua, te o café, como así también, pollo o carne deben ser proporcionados por los familiares de los ancianos.
Los informantes no saben entonces qué ocurre con aquellos abuelos que no tienen familiares que les alcancen algo más que lo magro que allí se les da. En el mismo sentido trascendió que el Hogar no cuenta con una nutricionista que determine cuál es la dieta adecuada para aquellos ancianos con patologías, tales como diabetes u otras. Por otra parte, los horarios en que se les proporcionan las comidas son inadecuados. El desayuno se da entre las 9.30 a 10 de la mañana y el almuerzo a las 12, con lo cual el tiempo de ingesta entre uno y otro es muy escaso. Del mismo modo la cena se da entre las siete y las ocho de la tarde noche. Vale decir que entre la cena y el desayuno del día siguiente pasan entre 12 a 14 horas.
A esto, que fuentes consultadas las calificaron de anormalidades, se le suma otra cuya explicación no parece tener otro propósito que exasperar a los familiares de los internos. La comisión directiva resolvió que no pueden entrar menores a visitar a sus abuelos, ni siquiera en compañía de sus padres, sin especificar la edad de los menores. Si se tiene en cuenta que para la legislación argentina se es menor hasta los dieciocho años, un menor de diecisiete no podría ingresar a visitar a su abuelo, abuela u otro familiar cercano. "Se trata de una arbitrariedad sin fundamento razonable, que ni siquiera funciona en los servicios penitenciarios", se quejó un familiar afectado por la medida.
El domingo l4 de setiembre no se le permitió la entrada a dos menores de 9 y 12 años a visitar a su abuela, con sus padres, quienes le solicitaron a la presidenta local de la Asociación Saint Vicente de Paul la resolución del organismo provincial y recibieron como repuesta que se trataba de una resolución de la comisión directiva y que si los niños querían ver a su abuela, ésta debería salir a la calle.
Como parte de la esta nueva crónica, consultamos a familiares de los ancianos y todos nos manifestaron la zozobra emocional que cargan, dejando a sus padres o abuelos, en un Hogar. Que no les resulta fácil digerir estos acontecimientos que la vida impone cuando los seres queridos quedan solos y no pueden ser sostenidos en el ámbito familiar por los motivos más diversos.
En el medio alguien nos dejo esta reflexión:"Nuestros viejos, más allá de cualquier particularidad, han trabajado toda su vida y seguro no imaginaron sus últimos años, tan vulnerables y compartiendo entre extraños las vicisitudes de un destino incierto. No los trajimos aquí, como quien lleva a un depósito un mueble inservible".
Inauguraron el Paseo
El viernes 19 de septiembre se inauguró el paseo «Tomas Salguero», ubicado en el terreno anexo al asilo, en la esquina de las calles Rivadavia y Bolívar. Este proyecto y su posterior concreción surgió de la idea de brindarles a los ancianos que viven en el hogar, un lugar más de esparcimiento, donde puedan realizar caminatas, lecturas a la sombra de los frondosos árboles -que La Sociedad San Vicente de Paul de Capilla del Señor ha conservado- reunirse con sus familiares respirando el aire fresco que caracteriza los lugares verdes de la zona.
La obra fue realizada por el Estudio Thays’s, bajo la dirección del arquitecto paisajista Jorge Bayá Casal.
"Los fondos para la misma fueron ex-traídos de lo obtenido por los arrenda-mientos de los campos donados, por ilustres vecinos", informaron.
Tomás Salguero
Haciendo un poco de historia, recordemos que el señor Tomas, ultimo miembro de una antigua familia de nuestra localidad, ya retirado de su profesión como farmacéutico de la marina de guerra, vivió sus últimos años de vida en soledad, quizás esa soledad lo llevo a pensar en otros que tuvieran ese mismo destino, entonces tomo la determinación de donar todos sus bienes para la construcción de un lugar que aloje y cobije a quienes se hallan desvalidos y solos, sin importar su religión su raza o sus creencias políticas.
Los bienes de este benefactor pasaron a manos de la sociedad San Vicente de Paul, la fecha de la entrega oficial fue el 23 de julio de 1949. Siguiendo sus deseos se le dio el nombre de Petronila Molina de Salguero al hogar levantado en honor a su madre, de quien seguramente heredo ese espíritu de grandeza que hoy hace que este paseo lleve su nombre.
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