sábado, 29 de noviembre de 2008

Que tiempos aquellos

[EL AYER CAPILLENSE]
Por Adalberto C. Aner
Hace pocos días una amiga y lectora de esta prestigiosa revista, Tota Inda, me llamó telefónicamente para decirme que había quedado emocionada con la lectura del artículo "El viejo club Alumni".- Pero a su vez me hizo recordar que en este mes de noviembre se recuerdan 59 años de la primera promoción de bachilleres de nuestro colegio nacional.- ¡Como olvidarme de ese mes de noviembre de 1949!.- Cuando hoy veo a los jóvenes alegres con su hermoso uniforme de estudiantes y sus mochilas colgadas del hombro salir del edificio ubicado en la calle Mateo S. Casco un rayo de luz ilumina mi alma y me parece ver a mis siete compañeros subir los escalones para llegar al recinto del Honorable Concejo Deliberante y recibir el diploma que nos consagraba como los primeros bachilleres del Colegio Nacional José Manuel Estrada.-
Cuando tuve el honor de ser intendente municipal, una calle de esta ciudad fue designada con el nombre de Fernando Rojo, ilustre maestro fundador del Colegio y que tanto hizo por la cultura y la educación de los jóvenes de este pueblo.- Pensé que su nombre debía ser recordado por las generaciones pasadas, presentes y futuras de Exaltación de la Cruz.- Igual recuerdo tenemos de su directora, la Señorita Dora González Bustos, que vivirá eternamente en mi corazón.-
Por ese entonces no nos llamábamos por su nombre sino por el apodo (naturalmente el que los tenía) así por ejemplo, Ñato, por Helder Arnaldo Jáuregui, Beto, por Alejandro Terrarosa, Inesita, por Inés Monzón, Cloe, por Cloé Noema Rojo, Tota, por Irma Ofelia Inda, Manolo, por Manuel Cervantes, Pety, por Aníbal Rodríguez Hijo, Beto, por Adalberto Aner quien esto escribe.-
Inesita y Beto Terrarosa ya no están con nosotros.- Inesita, desde el cielo estará vigilando a sus hijos.- Seguramente tiene nietos.-
La noche del 28 de enero de 1999, Beto quería conocer otros mundos y voló rumbo al cielo.- Nos quiso engañar, pero nosotros sabíamos que siempre iba a estar aquí a nuestro lado, estábamos seguros.- Tal es así que sus compañeros del Nacional y sus muchos amigos llamaban telefónicamente o tocaban el timbre de su consultorio para pedirle un turno.- No podíamos comprender que ya no atendiera más en Capilla del Señor, que estaba atendiendo en el consultorio de Dios.-
Pido al Todopoderoso que algún día me permita volver a verlo, seguro que el Dr. Beto me preguntará: - ¿Cómo está Capilla? - Y yo le contestaré: - todo está como era entonces, la casa, la plaza, los árboles con su sombra, la calle, la Cañada de la Cruz….-
Sería importante que las autoridades municipales designara con su nombre una calle de esta ciudad.- Un acto de verdadera justicia.-
Ut sementem feceris, ita metes ("Como hayas hecho la siembra, así recogerás".-

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