[OPINION]
Por: Guillermo Malvicino
Convencional Provincial UCR
Estimados correligionarios:
El motivo de estas líneas es fundamen-talmente expresar un reconocimiento, como deben interpretarse los recono-cimientos, a los hombres políticos. No a las personas, a pesar que los afectos muchas veces hacen difícil separar las cosas. Sí a las ideas, las convicciones y las acciones que desempeñaron.
Pasados 25 años de aquella gesta que nos devolvió la democracia, tenemos hoy la perspectiva suficiente para evaluar las acciones y los comportamientos de quienes participaron en forma desta-cada en ella. Y lo que surge nítidamente es la voluntad de aquellos protagonistas de construir una expresión política mayoritaria para lo cual era impres-cindible, tal como expresaba el Dr. Raúl Alfonsín en sus discursos, "dejar de lado las diferencias más sutiles entre nuestras ideologías" y con mucha más razón enterrar diferencias y rencores personales.
Hoy las circunstancias no son tan dramáticas, pero la República sigue necesitando del Radicalismo. Es nuestra responsabilidad hoy, como entonces fue de aquellos, construir una alternativa que garantice la perma-nencia de las Instituciones y el bienestar del pueblo. Pero para logarlo, seguramente como entonces, tendre-mos que lograr que el lugar de todos aquellos que se reconozcan como radicales no sea otro que el Radica-lismo.
Estoy seguro de que así estaremos honrando el legado de todos aquellos que nos llenaron de esperanza en que un futuro de Libertad, Progreso y Justicia, era posible en la Argentina.
Un afectuoso saludo radical.
Por: Guillermo Malvicino
Convencional Provincial UCR
Estimados correligionarios:
El motivo de estas líneas es fundamen-talmente expresar un reconocimiento, como deben interpretarse los recono-cimientos, a los hombres políticos. No a las personas, a pesar que los afectos muchas veces hacen difícil separar las cosas. Sí a las ideas, las convicciones y las acciones que desempeñaron.
Pasados 25 años de aquella gesta que nos devolvió la democracia, tenemos hoy la perspectiva suficiente para evaluar las acciones y los comportamientos de quienes participaron en forma desta-cada en ella. Y lo que surge nítidamente es la voluntad de aquellos protagonistas de construir una expresión política mayoritaria para lo cual era impres-cindible, tal como expresaba el Dr. Raúl Alfonsín en sus discursos, "dejar de lado las diferencias más sutiles entre nuestras ideologías" y con mucha más razón enterrar diferencias y rencores personales.
Hoy las circunstancias no son tan dramáticas, pero la República sigue necesitando del Radicalismo. Es nuestra responsabilidad hoy, como entonces fue de aquellos, construir una alternativa que garantice la perma-nencia de las Instituciones y el bienestar del pueblo. Pero para logarlo, seguramente como entonces, tendre-mos que lograr que el lugar de todos aquellos que se reconozcan como radicales no sea otro que el Radica-lismo.
Estoy seguro de que así estaremos honrando el legado de todos aquellos que nos llenaron de esperanza en que un futuro de Libertad, Progreso y Justicia, era posible en la Argentina.
Un afectuoso saludo radical.
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