[POLICIA]
Lo encontraron a metros del matrimonio Mansilla. Al lugar los medios lo difundieron como "Los Cardales".
"Cuando aún no se había disipado la conmoción por la masacre de la familia Mansilla, ocurrió otro crimen en Los Cardales", difundieron los medios nacionales el jueves a la noche. Cierto o no la localidad era promocionada nuevamente a través de un crimen, haciéndole un flaco favor a su fama "de lugar tranquilo".
Lo cierto es que un joven de unos 30 años fue asesinado de un disparo de escopeta en el pecho y su cadáver fue arrojado en el Río Luján y Panamericana.
Lo encontraron semisumergido en el río, bajo el puente de la autopista en el kilómetro 59,800.
A pocos metros de allí fueron hallados asesinados Marcelo Mansilla y Sandra Rabago, y seis kilómetros más adelante fueron encontrados después sus hijitos Agustín y Milagros Mansilla, también masacrados.
El fiscal de Zárate-Campana Juan José Maraggi, fue quien quedó a cargo de la investigación, y admitió que podría tratarse de un ajuste de cuentas y que al cierre de esta edición intentaba saber la identidad de la víctima, quien presentaba una serie de tatuajes.
Maraggi confirmó que no se trató de un robo porque la víctima no sólo poseía un reloj de una marca importante, sino que además tenía algo de dinero y un celular, y precisó que el homicidio se habría producido la madrugada del jueves.
En diálogo con varias radios, el fiscal aseguró además que el cadáver tenía «una herida de arma de fuego, de una impronta importante en el pecho y lesiones en la cara», pero rechazó que hubiese sido degollado como decían algunas informaciones.
«Al parece fue un tiro de escopeta, el médico forense me explicaba que la herida en el cuello parecía haber sido producida por algún pez que comió esa parte», indicó el fiscal.
Los estudios también detallaron que el cadáver no presentaba más de doce horas de muerto, aunque -al haber estado en parte dentro del agua- el cuerpo estaba hinchado y por ello no se podían apreciar bien los rasgos de la víctima.
El lugar de este nuevo hallazgo ya es famoso. A sólo metros de donde hace unos días se encontraron los cadáveres de la familia Mansilla, cuyos crímenes fueron ampliamente difundidos. Cabe recordar que Marcelo Mansilla (41) y Sandra Rabago (37) desaparecieron junto a sus hijos, Milagros (7) y Agustín (12), en la noche del 23 de julio, y nadie supo nada de ellos hasta que el martes 29 los cuerpos de la pareja aparecieron al costado de la Panamericana. Este nuevo crimen se inscribe en un contexto de asesinatos que tienen como común denominador la venganza. Ocurrió a horas de otro hallazgo aún mas terrible: el de los tres comerciantes fusilados y tirados no muy lejos, cerca de la Ruta 6 en General Rodriguez.
Lo cierto es que un joven de unos 30 años fue asesinado de un disparo de escopeta en el pecho y su cadáver fue arrojado en el Río Luján y Panamericana.
Lo encontraron semisumergido en el río, bajo el puente de la autopista en el kilómetro 59,800.
A pocos metros de allí fueron hallados asesinados Marcelo Mansilla y Sandra Rabago, y seis kilómetros más adelante fueron encontrados después sus hijitos Agustín y Milagros Mansilla, también masacrados.
El fiscal de Zárate-Campana Juan José Maraggi, fue quien quedó a cargo de la investigación, y admitió que podría tratarse de un ajuste de cuentas y que al cierre de esta edición intentaba saber la identidad de la víctima, quien presentaba una serie de tatuajes.
Maraggi confirmó que no se trató de un robo porque la víctima no sólo poseía un reloj de una marca importante, sino que además tenía algo de dinero y un celular, y precisó que el homicidio se habría producido la madrugada del jueves.
En diálogo con varias radios, el fiscal aseguró además que el cadáver tenía «una herida de arma de fuego, de una impronta importante en el pecho y lesiones en la cara», pero rechazó que hubiese sido degollado como decían algunas informaciones.
«Al parece fue un tiro de escopeta, el médico forense me explicaba que la herida en el cuello parecía haber sido producida por algún pez que comió esa parte», indicó el fiscal.
Los estudios también detallaron que el cadáver no presentaba más de doce horas de muerto, aunque -al haber estado en parte dentro del agua- el cuerpo estaba hinchado y por ello no se podían apreciar bien los rasgos de la víctima.
El lugar de este nuevo hallazgo ya es famoso. A sólo metros de donde hace unos días se encontraron los cadáveres de la familia Mansilla, cuyos crímenes fueron ampliamente difundidos. Cabe recordar que Marcelo Mansilla (41) y Sandra Rabago (37) desaparecieron junto a sus hijos, Milagros (7) y Agustín (12), en la noche del 23 de julio, y nadie supo nada de ellos hasta que el martes 29 los cuerpos de la pareja aparecieron al costado de la Panamericana. Este nuevo crimen se inscribe en un contexto de asesinatos que tienen como común denominador la venganza. Ocurrió a horas de otro hallazgo aún mas terrible: el de los tres comerciantes fusilados y tirados no muy lejos, cerca de la Ruta 6 en General Rodriguez.
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